El consumo de Leche puede producir Osteoporosis



En los últimos tiempos ha sido objeto de polémica la llamada "paradoja del calcio". Los países con mayor consumo de productos lácteos (Suecia, Estados Unidos, Finlandia, Israel y Reino Unido), registran las mayores tasas de osteoporosis y fracturas relacionadas con dicha enfermedad. Sin embargo zonas del planeta, dónde apenas se consumen lácteos (países asiáticos y zonas rurales de África), presentan una menor incidencia de osteoporosis.

Resulta difícil de creer la afirmación de que el consumo de leche puede producir osteoporosis, máxime cuando siempre se ha dicho que para prevenir el déficit de calcio y la osteoporosis, lo mejor que podemos hacer es incrementar el consumo de lácteos, pero así lo afirma un estudio sueco publicado en 2014, y realizado entre 60.000 mujeres y 45.000 hombres con edades comprendidas entre los 45 y los 79 años.

Según este estudio, realizado por la Universidad de Uppsala y publicado en el British Medical Journal, las mujeres que tomaban un mínimo de 3 vasos de leche al día tenían un 60% más de posibilidades de sufrir una fractura de cadera, un 15% más de posibilidades de sufrir otro tipo de fracturas óseas, y un 90% más de posibilidades de morir de forma prematura, que aquellas mujeres que tomaban menos de 1 vaso al día. Entre los varones, también se apreció un mayor riesgo de muerte asociado con un mayor consumo de leche, aunque menor que en el caso de la mujeres. El estudio concluía que las mujeres que consumían un mínimo de 3 vasos de leche al día doblaban la mortalidad de aquellas que tomaban menos leche. Y esto era independientemente del tipo de leche consumida, ya fuera entera, semidesnatada o desnatada. Los autores del estudio apuntaban como causa de este aumento de mortalidad en el alto al estrés oxidativo. El alto contenido de lactosa y galactosa de la leche tiene un efecto inflamatorio en el organismo. Este efecto sin embargo no se producía cuando se consumen otros tipos de derivados de la leche, como el yogourt, el queso o la mantequilla.

Otro estudio realizado en la Universidad de Harvard y publicado en el año 1997 en el American Journal of Public Health, concluyó que un mayor consumo de leche no evitaba la osteoporosis. Para dicho estudio se realizó un seguimiento durante doce años de 77.761 mujeres de entre 34 y 59 años.

Según William Ellis, ex presidente de la Academia Americana de Osteopatía Aplicada, las personas que toman de tres a cinco vasos de leche diarios presentan niveles más bajos de calcio en sangre. Algunos expertos explican este efecto al hecho de que las proteínas lácteas producen una acidez temporal, y para compensarlo y regular el ph, nuestro organismo recurre a los minerales alcalinos de los huesos.

Pero los efectos adversos del consumo de leche no se limitan a la salud de nuestros huesos. Cuando ingerimos leche, sus proteínas reducen la acidez gástrica. Esto puede resultar útil cuando sufrimos un episodio de acidez estomacal, pero al consumirla de forma habitual se produce una reducción de la acidez crónica, que puede favorecer las infecciones intestinales y provocar mala absorción intestinal y exceso de mucosidad. La lactosa, el azúcar de la leche, no siempre se digiere correctamente; y la caseína (proteína láctica), se adhiere a las paredes del intestino, bloqueando la correcta absorción de nutrientes.

Las conclusiones de estos estudios, deben sin embargo tomarse con cautela. Lo adecuado es realizar un consumo moderado de cualquier alimento, y la leche no es una excepción. Pero sí debes tener en cuenta que la leche no es la única fuente de calcio. Los vegetales verdes como las espinacas, las algas y algunas legumbres son también fuentes importantes de calcio, así como los pescados pequeños que se consumen con sus espinas tales como las sardinas y la caballa, y el sésamo. En una entrada anterior también una infusión que prevenía y trataba la osteoporosis gracias a su contenido en calcio y silicio orgánico. Podéis leerla AQUÍ.

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