Ya hemos hablado en ocasiones anteriores de los beneficios para la salud de la práctica del yoga. Si piensas que el único efecto es el de relajar el cuerpo y la mente, no puedes estar más equivocado. Las posturas del yoga mantienen el cuerpo ágil, fuerte y saludable.

Hoy os queremos hablar de las posturas de torsión y su efecto a la hora de desintoxicar nuestro organismo. Cada vez que realizamos una postura de torsión o giro, los músculos abdominales realizan un intenso trabajo. También participan activamente la columna vertebral, el cuello, los hombros y la pelvis. Al girar la columna liberamos la tensión muscular, fortalecemos la musculatura de la espalda y estimulamos los órganos internos.

La torsión produce un estiramiento de una parte del cuerpo y la compresión del otro. La compresión estimula estómago, páncreas, bazo, vesícula biliar, hígado, riñones y glándulas suprarrenales, mejorando su función, lo que garantiza una mejor digestión, absorción y eliminación. Si padeces estreñimiento esta postura te puede aliviar.

Piensa en lo que pasa cuando retuerces una esponja. Pues ocurre algo similar con tu cuerpo. La acción de la torsión, estimula el flujo de sangre en todas las áreas que realizan la postura. Un mayor flujo de sangre permite que los nutrientes lleguen a todas las células del cuerpo y acelera el flujo de la linfa, estimulando la eliminación de toxinas de la sangre y la regeneración celular.

Ardha Matsyendrasana, Parivrtta Utkatasana y Supta Matsyendrasana

Cuando realices las posturas de torsión intenta alargar la columna y utiliza el abdomen para realizar el giro, aprovechando la exhalación para intensificar la postura.