Los hematomas son marcas de color púrpura o azulado que aparecen cuando, debido a una lesión, se rompen los vasos sanguíneos. Estos vasos sanguíneos liberan sangre que queda atrapada bajo la piel. Los hematomas también pueden surgir de forma espontánea debido a la ingesta de determinados medicamentos. Los ancianos suelen presentar a menudo hematomas, debido a que la piel adelgaza con la edad, perdiendo la capa de grasa protectora que de alguna forma actúa amortiguando las lesiones.

Los hematomas van cambiando de color, empiezan siendo de color púrpura o azulado, y a medida que se van curando pasan al color marrón y finalmente amarillo. Suelen durar alrededor de dos semanas. Si las marcas no van desapareciendo, siempre es recomendable consultar a un médico para valorar si hay un patología oculta.

Para aliviar el dolor y la inflamación puedes recurrir a medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno, o bien optar por antiinflamatorios naturales como la cúrcuma o el jengibre. 

Para eliminar los hematomas y acelerar su curación puedes optar por alguno de estos REMEDIOS NATURALES: 

Alternar compresas frías y calientes

Es una forma muy útil de aliviar el dolor de las contusiones, y reducir la inflamación. Dentro de las 24 a 48 horas, comienza aplicando frío sobre la lesión. Si utilizas hielo, envuelvelo en una toalla o paño y no lo apliques directamente sobre la piel. Aplícalo sobre la zona durante 10 minutos. El frío del hielo calmará el dolor y evitará que el hematoma oscurezca.

Después de 48 horas puedes empezar a utilizar compresas calientes para aliviar el dolor y la inflamación. El calor mejorará además la circulación sanguínea y acelerará la curación del hematoma. Si además del hematoma presentas alguna contractura en la zona, el calor también relajará los músculos. Las compresas calientes no son recomendables para personas diabéticas o con problemas de circulación.

Árnica 

Árnica es un remedio natural tradicional para las contusiones, dolores musculares, contracturas y dolores articulares. La árnica es un ingrediente habitual en ungüentos y pomadas y lociones, que puedes adquirir en farmacias y herbolarios. Ultimamente son muy populares los sticks de árnica, un formato muy cómodo y que se ha convertido en habitual en los bolsos de las madres. No debe aplicarse la árnica sobre heridas abiertas. También resulta útil para reducir la inflamación en el caso de picaduras de insectos. 

Bolsas de té negro

El té negro es otro remedio natural muy eficaz para acelerar la curación de los hematomas. Los taninos que contiene el té negro reducen los vasos sanguíneos por lo que evitaremos que el hematoma se extienda. Puedes aplicar directamente bolsitas de té negro sobre la lesión o mojar un paño en té negro y aplicarlo sobre la zona afectada.

Vitamina K 

La vitamina K ayuda en la coagulación de la sangre, por lo que es eficaz para acelerar la curación de los hematomas. Aplicada de forma tópica en forma de crema sobre la lesión lograremos reducir los moratones y reducir la hinchazón. Estas cremas con vitamina K, son además muy eficaces para reducir las ojeras. Muy recomendable ésta de la marca Reviva Labs.

Jengibre

La raíz de jengibre es conocida por sus propiedades antiiflamatorias. Resulta muy eficaz para reducir la inflamación en el caso de contusiones y hematomas. Ralla un poco de jengibre y aplícalo sobre la zona afectada. Cubre con un apósito y deja actuar durante toda la noche.

Patata

La patata es útil para reducir el dolor, bajar la inflamación y ayudar a cicatrizar heridas, quemaduras y golpes. Puedes rallar una patata cruda y aplicarla en la zona y cubrirla con un apósito. La amilasa, una enzima que contiene la patata ayudará a reducir la inflamación y regenerar los tejidos. 

Consuelda

Dice un conocido refrán “la consuelda todo lo suelda”. Esta planta contiene gran cantidad de alantoína, una sustancia que ayuda a regenerar la piel. Es por eso que la consuelda se ha utilizado tradicionalmente para la curación de heridas. Pero además esta popular planta ayuda a reducir la inflamación. Existen de cualquier forma en el mercado pomadas y lociones a base de consuelda. Otra opción es utilizar raiz de consuelda y elaborar con ella tu propio bálsamo.

Aloe vera

El Aloe Vera ha sido utilizado tradicionalmente para promover la curación de heridas, quemaduras y también contusiones. Si tienes en casa una planta de aloe vera, puedes extraer su pulpa y aplicarla sobre la contusión. Reducirás así la inflamación. La otra opción es aplicar sobre la zona afectada gel de aloe vera, que encontrarás fácilmente en cualquier farmacia o herbolario.

Aceite esencial de manzanilla

La manzanilla es otro remedio tradicional para tratar la inflamaión. El aceite esencial de manzanilla es un básico que deberíamos tener en nuestro botiquín. Es capaz de curar las heridas más rápido incluso que los corticoesteroides, reduciendo además las cicatrices. Como otros aceites esenciales no debe aplicarse directamente sobre la piel. Debe mezclarse con un aceite portador. Añade 3 gotitas de aceite esencial de manzanilla a un cucharada de aceite de almendras o sésamo. Aplicalo sobre la lesión con un suave masaje. Repite la operación 3 veces al día hasta que el hematoma desaparezca. 

Aceite esencial de Helicriso o siempreviva

El aceite esencial de helicriso o Helichrysum, es también otro remedio tradicional para tratar las heridas, contusiones y hematomas. Es muy eficaz para reducir los moratones gracias a sus propiedades anticoagulantes y antiinflamtorias, pero además tiene un efecto antimicrobiano.  Como todos los aceites esenciales, no debe utilizarse directamente sobre la piel, sino diluido en un aceite portador.

Estos remedios naturales pueden serte útiles en caso de contusiones y hematomas leves. Recuerda que si has sufrido una contusión fuerte, sientes dolor intenso o si afecta a algún hueso o articulación, es importante consultar a un medico.

Nuestra forma de vida actual nos expone a diario a gran cantidad de toxinas, sobre todo como resultado del consumo de alimentos que contienen conservantes, productos químicos o pesticidas.

A pesar de que nuestro organismo está diseñado para combatir las infecciones, regenerarse y depurarse, con el tiempo las toxinas pueden acumularse, dañando nuestra salud. En ocasiones estos efectos se limitan a un aumento de peso, la aparición de celulitis o problemas en nuestra piel, pero la acumulación de toxinas también puede provocar un mal funcionamiento de nuestros órganos, reducir nuestra energía y producir enfermedades como el cáncer.

Es imposible evitar totalmente la exposición a toxinas y químicos. Por ello la mejor forma de prevenir las consecuencias de la acumulación de toxinas es a través de la desintoxicación, proceso mediante el cual eliminamos los productos químicos y toxinas de nuestro organismo, logrando importantes beneficios para nuestra salud. A modo de ejemplo, la desintoxicación puede ayudarnos a reducir peso, mejorar la apariencia de nuestra piel, aumentar nuestra energía, mejorar nuestra digestión, y en general mejorar el funcionamiento general del organismo.

Las aguas detox son una forma sencilla de desintoxicar nuestro organismo. Os proponemos 7 recetas muy eficaces. Es importante que para su elaboración no utilices agua del grifo, ya que está tratada con sustancias químicas. Utiliza agua mineral o filtrada. Empieza bebiendo un vaso de agua detox en ayunas y continua bebiendo a lo largo del día. 

1. Agua de limón

El agua de limón es la un receta sencilla y barata. Sus beneficios son múltiples, desintoxica tu organismo, estimula tu sistema inmunológico, ayuda a perder peso, aclara tu piel, previene el mal aliento. Solo tienes que exprimir medio limón en un vaso de agua de aproximadamente ¼ litro.

2. Té verde

El té verde está repleto de antioxidantes. Es una de las bebidas más saludables. No solo desintoxica tu organismo, sin o que también regula los niveles de azúcar en sangre, combate el envejecimiento y mejora la función cerebral.

3. Agua de jengibre

Resultan impresionantes las propiedades del jengibre, un tubérculo hasta hace unos años poco conocido en Occidente. Su consumo disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, reduce la inflamación, relaja, ayuda a reducir el peso, alivia el malestar digestivo, trata las migrañas, alivia los dolores menstruales y previene el cáncer de colon. Preparar agua de jengibre es muy sencillo, solo tienes que añadir una cucharada de raíz de jengibre en polvo a medio litro de agua. También puedes prepararla con jengibre fresco, añadiendo 4 cucharaditas de jengibre rallado, aproximadamente 40 gr. a un litro de agua. Deja reposar durante toda la noche antes de consumirlo. Puedes añadir también un limón en rodajas.  

4. Agua de cúrcuma

La cúrcuma es también otro superalimento con importantes propiedades medicinales. Además de poseer propiedades antiinflamatorias, es un antibiótico natural, que nos ayuda a luchar frente a virus y bacterias. Sus propiedades antioxidantes no ayudan a reducir el daño oxidativo, por lo que también previene varios tipos de cáncer. Mejora la salud gastrointestinal, y gracias a sus efectos carminativos reduce la hinchazón y los gases. AQUÍ os contábamos como preparar agua de cúrcuma y sus propiedades. Para ello debes poner una cucharadita de cúrcuma en polvo en un vaso de agua, y añadir una pizca de pimienta negra y mezclar. La pimienta negra ayuda a absorber la curcumina el ingrediente activo de la cúrcuma. Otra opción es utilizar cúrcuma fresca rallada en un litro de agua. Déjalo reposar durante toda la noche, y tómalo a lo largo del día.  

5. Agua con vinagre de sidra de manzana 

El vinagre de manzana es rico en minerales y aminoácidos. Te ayuda a equilibrar el ph de tu organismo y a eliminar toxinas. Es también un buen aliado en la pérdida de peso. Añade una cucharadita de vinagre de sidra de manzana en un vaso de agua.

6. Agua de pimienta cayena

La pimienta de cayena contiene capsaicina, una sustancia con propiedades antiinflamatorias. La capsaicina además acelera el metabolismo y ayuda a quemar grasa. Pon una cucharadita de pimienta cayena en un litro de agua y añade el zumo de un limón.

7. Agua de Chlorella

El alga chlorella se ha utilizado tradicionalmente para eliminar de nuestro organismo metales pesados como el mercurio. Ayuda también a reparar y regenerar los tejidos. Puedes añadir una cucharadita pequeña de alga chlorella en polvo en un litro de agua.