Remedios caseros para tratar las durezas y los talones agrietados
Durante el verano nos empezamos a preocupar de ciertas partes de nuestro cuerpo que durante el invierno quedan ocultas. El calzado abierto deja a la vista nuestros pies, revelando en muchos casos durezas y talones agrietados, que no son solo un problema estético, sino que también nos causan molestias al andar.
Podemos recurrir a costosas cremas para nutrir la piel de nuestros pies o complicados gadgets que no siempre resultan eficaces. Hoy os proponemos echar mano de remedios caseros, baratos y eficaces para tratar los talones agrietados y no avergonzarte de tus pies.
Limón
El ácido cítrico que contiene el limón puede ayudarte a tratar los talones agrietados. Prepara una baño para los pies con agua caliente y zumo de limón. Deja que actúe durante al menos diez minutos, y luego deja secar al aire. También puedes aplicar directamente medio limón y frotarlo en la zona de los talones.
Bicarbonato
El bicarbonato sódico resulta muy eficaz para eliminar las durezas y grietas de los pies, gracias a sus propiedades exfoliantes y antisepticas. Disuelve 3 cucharadas de bicarbonato en 4 litros de agua tibia. Sumerge los pies durante 20 minutos, y finaliza frotando los pies, ayudandote de las manos o una esponja. Notarás los pies mucho más suaves. A continuación hidrata los pies con una crema nutritiva, aceite o manteca hidratante. Realiza un tratamiento intensivo durante 7 días.
Sales del Mar Muerto, Sal del Himalaya o Sal marina
Utiliza sales del Mar Muerto, sal del Himalaya o sal marina para realizar una exfoliación de los pies. Para ello mezcla un puñado de sales con un chorrito de aceite vegetal (almendras, oliva, coco, aguacate, etc...). Mezcla bien los dos ingredientes y frota con esta mezcla los pies, realizando un masaje en círculos. A continuación aclara con agua y seca con suavidad. Esta exfoliación ayudará a eliminar las células muertas y estimulará la regeneración de la piel. El aceite vegetal ayudará además a hidratar la piel.
Aspirina
El ácido acetil-salicílico realiza un efecto exfoliante sobre la piel y tiene un efecto antiinflamatorio. Es un ingrediente habitual en muchas cremas faciales. Puedes comprar ácido acetilsalicílico o machacar unas aspirinas y mézclalas con agua o zumo de limón hasta formar una pasta. No utilices esta mezcla sobre heridas abiertas. Si lo utilizas de forma habitual, además de tratar las grietas, lograrás también reducir la durezas.
Aceites vegetales
Utiliza un aceite vegetal para nutrir la piel. Puedes recurrir a cualquier tipo de aceite vegetal que tengas a mano (aceite de oliva, coco, almendras dulces, etc...) El aceite de aguacate es especialmente hidratante. Lo ideal es utilizar aceites de primera prensada, ya que son los que más vitaminas contienen. Puedes exfoliar la zona con piedra pomed o una lima, aclara para eliminar los restos de piel y aplica el aceite con un buen masaje. Ponte unos calcetines de algodón y deja que actúe, mejor si lo hacer cuando vayas a dormir. Por la mañana tendrás los pies hidratados y suaves.
Miel
Ya os hemos hablado en otras ocasiones de las propiedades antioxidantes, antibacterianas y nutritivas de la miel. Prepara un baño de piel con agua caliente y una taza de miel. Deja actuar durante 20 minutos. Lava bien para eliminar la miel y que no queden pegajosos.
Avena
Si todavía no la has incluído en tu desayuno diario aún estás a tiempo. La avena te ayuda a reducir la grasa abdominal, pero también es uno de los mejores tratamientos para suavizar e hidratar la piel. Prepara una exfoliante casera a base de copos de avena o salvado de avena, mezclada con un aceite vegetal como el de jojoba o el de almendras. Aplica en los piel con un masaje. Te ayudará a exfoliar y eliminar células muertas. Dejalo actuar después durante 30 minutos a modo de mascarilla.
Plátano
Si tienes unos plátanos demasiado maduros, no los tires, pélalos y tritúralos hasta formar una pasta. Aplicala en los pies limpios y deja actuar durante 15 minutos. Cubre los pies con film transparente para no manchar. Retira y aclara los pies con agua templada.
Aguacate
Machaca un aguacate y aplicalo en los pies. Cubrelos con film transparente, y deja actuar durante al menos 15 minutos. Retira y aclara bien con agua templada.
Neem
Una de las propiedades más interesantes del neem es que actúa como fungicida. Toma unas hojas de neem y machácalas en un mortero. Si no las encuentras puedes utilizar aceite de neem. Añade 3 cucharadas de cúrcuma en polvo y forma un pasta. Aplícala en la zona de los talones y deja actuar durante 15 minutos. Lava y seca bien.
Harina de arroz
Prepara una exfoliante con harina de arroz, vinagre de sidra de manzana y miel. Forma una pasta y aplicala sobre los talones. Si tienes muy secos los pies puedes añadir también una cucharada de aceite de almendras dulces. Frota para exfoliar la zona y deja actuar durante 15 minutos. Retira con agua templada.
Vinagre
El ácido acético del vinagre blanco es también eficaz para suavizar la piel de los talones. Pero no debes aplicarlo directamente. Prepara un baño de pies con la siguiente proporción ¾ de agua, ¼ de vinagre blanco y añade un chorro de un aceite vegetal. Al menos debes introducir los pies durante 15 minutos.
Vaselina
Cuando tienes una sequedad extrema en los talones, uno de los mejores remedios es utilizar vaselina. Aunque no la recomendados con carácter habitual, ya que contiene petrolatos, sí resulta una solución de emergencia muy eficaz. Aplica una buena capa de vaselina en los talones, ponte unos calcetines y deja actuar durante toda la noche.
Glicerina y agua de rosas
La glicerina es uno de los mejores hidratantes de la piel y además tiene una función protectora. El agua de rosas es rica en vitaminas y tienes propiedades hidratantes y regenerantes. La combinación de glicerina y agua de rosas es uno de los remedios más eficaces para la sequedad, no solo de los talones sino también de las manos. Debes mezclar a partes iguales glicerina y agua de rosas y masajear los pies todas las noches antes de acostarte.