El Aceite de Comino Negro y sus propiedades medicinales
Son muchos los tratamientos naturales que han sido utilizados durante siglos y cuya eficacia está siendo en los últimos tiempos confirmada por diversos estudios científicos. Uno de esos productos naturales utilizados tradicionalmente es el Aceite de Comino Negro o Nigella Sativa. Existen referencias de su uso desde la Antigüedad. Fue utilizado por Hipócrates para tratar los trastornos digestivos y hepáticos. Ibn Sina, uno de los médicos más famosos de la Historia, lo recomendaba para estimular el metabolismo y tratar el decaimiento. La medicina ayurvédica lo utiliza para tratar diversas dolencias como la fiebre, las hemorroides o para eliminar los parásitos intestinales.
La planta del Comino negro, Nigella Sativa o también llamada Ajenuz, es originaria de Siria, aunque se encuentra ampliamente extendida por todo el Mediterráneo. Las semillas del comino negro y su aceite contienen vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y enzimas, que le otorgan propiedades antibacterianas y antivirales. Su alto contenido en ácidos grasos omega 3 y 6, lo convierten además en un antiinflamatorio natural.
Pero lo que diferencia al aceite de comino negro de otros aceite vegetales, es la presencia entre sus componentes de determinados aceites volátiles, como la nigelona y la timoquinona que tienen propiedades antihistamínicas, antibacterianas, broncodilatadoras y antitumorales. De hecho diversos estudios han relacionado al aceite de comino negro con el tratamiento del cáncer.
Estos son algunos de los usos terapéuticos más extendidos del aceite de comino negro:
Asma y alergias
Diversos estudios han demostrado los efectos antihistamínicos del aceite de comino negro, por lo que resulta eficaz para tratar las alergias, y la rinitis y el asma de origen alérgico.
Infecciones del tracto respiratorio
Es adecuado para tratar la gripe, los catarros y las infecciones de aparato respiratorio. Actúa como broncodilatador, facilitando la expectoración. Suaviza la garganta y fluidifica la mucosidad.
Otitis e infecciones del oído
Se ha utilizado tradicionalmente para tratar la otitis y el dolor de oídos, aplicando unas gotas de aceite templado en el oído afectado.
Eczemas y Psoriasis
Gracias a su contenido en ácidos grasos, el aceite de comino negro es ideal para tratar éstas y otras afecciones de la piel. Sus efectos antiinflamatorios ayudan a reducir el picor, mejoran la apariencia de la piel, aceleran la curación y espacian los brotes.
Problemas digestivos
Las semillas de comino negro tienen efectos carminativos, es decir eliminar el exceso de gases, mejoran la digestión y alivian el dolor de estómago. Ayuda también a la secreción biliar y mejora las enfermedades hepáticas. Se ha utilizado también tradicionalmente para tratar los parásitos intestinales, gracias a sus propiedades antibacterianas. Un estudio del año 2010 demostró la eficacia del aceite de comino negro para controlar las infecciones de Helycobacter Pyloris. Aunque no hay estudios definitivos, se cree que este aceite tiene también un efecto protector frente al cáncer de colon y es capaz de inhibir el crecimiento de células tumorales.
Candidiasis y Hongos
El aceite de comino negro sería también eficaz para tratar la candidiasis y otras infecciones fúngicas tanto en el trato digestivo como en la piel. Es eficaz también para tratar las verrugas.
Artrosis, reumatismo y otras enfermedades que cursan con inflamación
Su propiedades antiinflamatorias ayudan en el tratamiento de la artrosis y el reumatimo. Su aplicación local también ayuda a reducir el dolor.
Salud cardiovascular
El aceite de comino negro regula los niveles de colesterol en sangre, y normaliza la tensión arterial.
Diabetes
Ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre.
Refuerza el sistema inmunológico
Su contenido en antioxidantes y vitaminas estimulan y equilibran el sistema inmunológico.
Cuidado de la Piel y el Cabello
Aplicado de forma tópica, suaviza e hidrata la piel y estimula el crecimiento del cabello. Ayuda también en la cicatrización de heridas.
Cáncer
Aunque no hay todavía estudios concluyentes, uno de los ingredientes del aceite de comino negro, la Timoquinona, induce a la apoptosis de las células tumorales en diversos tipos de cáncer. Tiene también un efecto protector del organismo frente a la acción de la radioterapia.
El aceite de comino negro no debe ser ingerido en grandes cantidades porque resulta tóxico. Por eso para su consumo oral, lo mejor es recurrir a suplementos alimenticios, normalmente presentados en forma de perlas, sin rebasar la cantidad máxima diaria recomendada. En cualquier caso no debe superarse las 2 cucharadas al día.
Y recordar que antes de tomar éste u otro suplemento alimenticio debes consultar a tu médico en el caso de que padezcas alguna enfermedad, tomes algún medicamento o si estás embarazada o en período de lactancia.
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