Cómo preparar una infusión o té de jengibre
En nuestra anterior entrada os hablábamos de las propiedades termogénicas del jengibre, y cómo puede ayudarte a reducir la grasa abdominal. Existen varias formas de incluir este saludable condimento en nuestra dieta, pero quizá la más interesante sea la infusión o té de jengibre que nos ayuda a aprovechar al máximo sus propiedades.
Os proponemos estas 3 recetas de infusiones preparadas con jengibre.
Té de jengibre:
Una taza de agua mineral
2 rodajitas finas de jengibre o una cucharada de jengibre rallado
1 rodajita de limón o un chorrito de zumo de limón
Añadir a una taza de agua hirviendo el jengibre. Recuerda que deber o bien quitarle la piel o lavarlo bien antes. Dejar reposar 5 minutos y colar. Añade el zumo de limón o una rodajita de limón, y si quieres algún endulzante natural como la miel, estevia o sirope de arce. Tomar caliente.
Infusión de jengibre concentrada:
½ litro de agua mineral
2 rodajas de jengibre fresco
zumo de limón
Poner a calentar el agua. Cuando hierva añadir el jengibre, tapar y dejar cocer a fuego lento durante 20 minutos. Deja reposar durante 5 minutos. Cuélalo y añade limón al gusto. Si se prefiere se puede endulzar con miel.
Infusión de jengibre y té verde:
1 taza de agua mineral
1 cucharadita de jengibre fresco rallado
1 cucharadita de té verde
Poner a calentar el agua. Cuando hierva añadir el jengibre y el té verde. Tapar y dejar reposar durante 5 minutos. Colar y tomar caliente.
El jengibre da a las infusiones un sabor intenso y ligeramente picante. Las infusiones de jengibre, además de ayudarte a perder peso, resultan muy digestivas, eliminando gases y aliviando los dolores de estómago y las náuseas. Son además muy adecuadas para tratar los resfriados, ayudándote a entrar en calor y reduciendo el dolor de garganta. Alivia también los dolores menstruales y disminuye la inflamación.
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